Dominum ex Umbra

devido a que dijeron que me jui a l chancho poniendo 4 partes de mi escrito, aca subo 3 noma,
y eso que esa misma persona me webiaba con que las subiera toas de una ¬¬

La Bella y La Bestia

(partes 7, 8 y 9)

Era una noche muy fría, a pesar de ser invierno, el cielo estaba despejado, estábamos en el ultimo pueblo por saquear y los soldados que Cedric dejó a mi mando ya se habían marchadote vuelta a sus tierras… teníamos todo lo que queríamos… pero en ese ultimo maldito pueblo ocurrió lo peor… por costumbre que habíamos adoptado nosotros, la ultima persona viva debía morir en mis manos… en esta aldea infernal… la última persona era una mujer… era ella… era un espíritu del pasado… era exactamente igual a aquella mujer que me hizo el hombre mas feliz del mundo en mi infancia… era la mujer de la colina.

Ragnar guarda silencio y camina un poco hacia el bosque, yo me hallaba sentada en un tronco caído con el ordenador en mis piernas, el se acerca a mí fijando su vista en la espesura de los árboles y continuó:

Todos mis soldados esperaban como lobos hambrientos a que acabara con ella, todos me observaban… ella ni siquiera lloraba… estaba tranquila como si nada… entonces levanté mi hacha… y una lágrima corrió por mi rostro y el de ella… miré a mi hacha que estaba a la altura sobre mi cabeza… y la dejé caer…

La bestia se acerca al árbol junto a mi y se apoya contra el, nunca creí ver a alguien considerado tan poderoso, en un estado tan frágil, siento una gran amargura dentro de mi y me pongo en su caso, si yo tuviera que matar a mi amado William Dios! No podría seguir viviendo, no por tanto tiempo…

MALDICION no debí hacerle esa pregunta, yo la muy estúpida le pregunté – por que lo hizo, por que no se negó a acecinarla – casi pierdo el control sobre mi por el gran terror que sentí cuando se abalanzó sobre mi, me tomó del cuello, me levantó y estrelló mi cabeza contra un tronco mientras me rugía – Como demonios querías que no lo hiciera si tienes a diez mil hombres esperando a que lo hagas? Esos tiempos eran diferentes, no es como ahora, yo no podía cambiar esa costumbre! – me suelta arrojándome a unos cinco metros de distancia, por suerte al computador no le pasó nada. En cuanto el se calmo me dijo – vas a seguir escribiendo en esa maldita cosa o no? – presa del terror solo respondí con el movimiento de mi cabeza. El continuó:

Luego de eso cargamos todo nuestro botín en los barcos y emprendimos el viaje de retorno al hogar, un mes entero guardé silencio, un mes entero mis soldados festejaron la victoria. Cuando paramos por última vez en una costa extranjera a la nuestra, fue nuestra última fiesta, entonces, Olaf junto a sus tres lamebotas se me acercaron y pidieron que cantara una canción, los miré y accedí:

Solen går bak åse ned
Skuggan blir så lange
Natta kjem snart att
Tekje meg i fange
Krøttret ut i kven står
Eg åt setersdøle går

Mørkt det er i kvar ein bygd
I dei djupe dale
Her på fjell har solen drug
Ned å gå til garde
Tes seg kvile under tak
Morgo er ho tidleg vak
Snart eg gjer ho klar i kveld
Så går eg til kvile

Cuando terminé mi canción, e puse de pié, y antes de que se dieran cuenta, la cabeza de Olaf rodaba por el suelo, los otros tres miraban atónitos, retrocedieron y se alejaron de donde yo estaba.
Cuando emprendimos el viaje, en una noche, pasamos cerca de las costas Británicas. Esperé a que la mayoría durmiera y me arrojé a las heladas aguas sin que me viesen, no quería seguir con ellos, no Quería continuar aquel viaje, no podía soportar la idea de haber acecinado la única persona que mas importancia a tenido en mi vida…
A duras penas llegué a la costa, casi sin aliento. Dormí en la playa todo aquel día y al despertar me dirigí a la aldea más cercana, la gente me miraba extrañada, pero pronto perdían el interés por mi. En aquellos tiempos me dediqué a vivir solo, en el bosque, cazando animales para alimentarme, adquirí como tradición para honrar a mis dioses darle caza a un lobo todos los días domingos y ofrecer su carne a Thor, el corazón a Odín, hacia collares con los colmillos para regalárselo a mujeres en el pueblo como tributo a Freyia y la piel la utilicé para mi propio vestir ya que los inviernos cada vez eran peores. Al cabo de unos meses conocí a Einarr, el Caminante, quien se transformaría en mi sire.

Oh! Wiliam, quiero que estés ahora junto a mi, si con aquella carta de amor que me enviaste aquella última vez diciendo que me perdonabas y me contabas de tus hazañas buscando el paradero de Ragnar, espero que te guste la sorpresa que tengo para ti mostrándote esto que ya conseguí para ti, se que revisas tu correo a diario, Te Amo mas que a nada en este mundo…

Como te explicaba en un comienzo, yo vivía en completa soledad en el interior del bosque, me limitaba a entrar al pueblo solo a beber cerveza en el bar de un hombre gordo llamado Jonn, con el pasar de los meses nos hicimos amigos el tenia dos hijos una mujer de veinte años llamada Carmen y el joven Ronald de trece años, pasaron alrededor de unos 2 años que con el único ser humano con el que hablaba era el gordo Jonn.
En una noche, cuando yo ya tenía cincuenta y nueve años de edad, caminaba tranquilamente por el bosque cuando a mi camino se atravesó el lobotas grande que halla visto en mi vida… era un ejemplar de castaño claro y me miraba con ojos de un rojo fulgurante enseñándome los dientes en señal de amenaza por lo cual saqué mi hacha de mano y me preparé para la batalla.Aquel animal se arrojó sobre mi con una velocidad anormal en los lobos, yo no tuve tiempo de reaccionar, clavó sus gigantescos colmillos en mi antebrazo izquierdo y sentí como se rompían mis huesos pero rápidamente con mi mano derecha le di un golpe en el cuello con mi hacha pero fue como golpear contra un tronco, no le hice ni el mas mínimo daño, el animal me liberó, retrocedió y se lanzó sobre mi brazo derecho sin tener tiempo para reaccionar, clavó nuevamente sus colmillos, casi me arranca el brazo en ese segundo ataque, volvió a soltarme y retroceder, yo caí de rodillas por toda la sangre que había perdido lo miré a los ojos y le sonreí, pues una vez que el me diera muerte, por fin mi alma descasaría en el Valhala pero para terror mío el lobo poco a poco empezó a cambiar y se transformó en un humano, un vikingo al igual que yo, era tan alto como yo en mi juventud se me acercó y me dijo en el mismo idioma mío: - no es tiempo aun para que marches a los reinos de Odín, puedo darte tanto poder como el que yo poseo y serás libre de recorrer estos bosques sin que nadie pueda impedirlo – lo miré unos segundos y acepté.

A la noche siguiente desperté al interior de una caverna y Einarr estaba junto a mi, me habló de las tradiciones, sobre los otros clanes, mis nuevas habilidades y nuestros terribles puntos débiles como el Sol, el fuego y la fe verdadera. En contarme todo sobre mi nueva vida tardó la noche completa así que volví a descansar ahí. Al día siguiente debía alimentarme debido a la gran cantidad de sangre que ya había perdido, debido a que yo era un berserker cuando pertenecía a mi ejército vikingo, no me causó ningún trauma moral o psicológico el hecho de alimentarme de la sangre de otro ser vivo, en cada guerra al terminar una batalla, lamía mi espada para limpiar la sangre de los que acecinaba.

Ragnar es sencillamente monstruoso, yo tardé mucho tiempo en acostumbrarme a alimentarme de la sangre de otros seres, pero el como si nada, cada vez deseo mas terminar el maldito relato.

Luego de eso aprendí rápidamente a hablar con nuestros hermanos los animales, llamarlos cuando estuviese en problemas y a calmarlos también cuando están muy alterados; aprendí a resistir el crudo invierno de mucha mejor forma que antes, casi no necesitaba los abrigos de piel y las flechas normales disparadas por granjeros ya no eran nada para mi, aprendí también a ver en la oscuridad mas profunda, a trasformar mis propias manos en armas letales y hacerme uno con la madre tierra. Todo eso lo conseguí pasados mis primeros cincuenta años como cainita y fue entonces cuando conocí al primer ser de otro clan, fue una vez cuando volví a la aldea a ver si aun funcionaba el bar de Jonn y descubrí para sorpresa mía que ya había muerto su hijo también, por lo tanto no tuve que dar ninguna explicación de nada a nadie de porqué seguía vivo, me hice amigo de este sujeto y trabajé para el como encargado de retirar a los que generaban disturbios en el bar. En una noche yo me retiraba ya hacia el bosque cuando pude olfatear a alguien que me seguía, rápidamente me subí a un árbol y esperé a que mi presa pasara frente a mi, cuando apareció descubrí a un sujeto que ya me había visto subir y me saludó con una reverencia (cosa que me desconcertó por completo porque yo tenia mis ojos encendidos rojos para poder ver en el espesor del bosque) y ahí fue donde se presentó, se llamaba Greel y me dijo que yo le había salvado la vida al sacar del bar a aquel guardia del vasallo que lo estaba interrogando mientras lo amenazaba con una antorcha y que por lo tanto el me ofrecía sus servicios y su eterna amistad.
Cuéntame mujer, como ha estado el viejo Greel?, el es un vástago tan antiguo como yo y si no fuera porque te presentaste diciendo que el te había dado mi paradero ya te habría destruido.

Aquella pregunta que me hizo me desconcertó, yo le respondí – si, está bien, el ahora es príncipe de Santiago en Chile, le envía sus saludos y le invita cordialmente a visitarlo – jamás me habría imaginado que La Bestia, después de todo lo que me ha demostrado que no le importa la gente, da signos de tener cierta amistad con el príncipe de Santiago.

Luego de eso viví aventuras muy extrañas, vi cosas que nadie mas ha visto en este mundo, vi con mis propios ojos un mundo completamente diferente… debido a ala intervención de unos magos viajé al pasado y vi con mis propios ojos a la gran Babilonia en todo su esplendor, vi a los magníficos jardines colgantes, tuve el placer de conversar con el mismísimo rey Salomón y recorrí durante días para llegar a la sima de la grandiosa Torre de Babel en cuya sima se podía apreciar la ciudad… esta se veía tan pequeña… luché solo con garras y colmillos contra una hechicera que montaba un horrible animal alado… en esos tiempos fue cuando conocí a Aénima, la chiquilla de Víctor Valerius… ah! Que historias te contaré de ellos, pero eso será ara mas adelante.
En fin, pero me estoy saltando una parte importante de mi historia, me olvidaba de la vez que volví a encontrarme con un viejo amigo por el año ochocientos noventa y tres según la cronología de ustedes los cristianos… ocurrió en uno de mis viajes por el mundo, pasaba yo cerca de Francia nuevamente después de tantos años y vi una ciudad en llamas lo cual me trajo excelentes recuerdo de mi vida pasada, me acerqué cautelosamente para que no me atacaran y entonces oí una voz detrás de mi, sonaba como una maldad única, sutil y despiadada… era la voz del viejo Cedric.
Conversamos larga y amenamente esa noche, me contó que aun seguía como líder de su reino debido a que les dijo a todos sus soldados de que el había sido bendecido por los dioses, en esa misma noche el mi hizo un regalo que aun conservo, me regaló el cuerno ritual de Odín, cada vez que bebía sangre de el era como saborear el líquido mas exquisito que exista, le agradecí enormemente su obsequio e hicimos un pacto de amistad, si algún día uno de nosotros necesitase ayuda, el otro estaría ahí para brindársela. Continué junto a el luchando e invadiendo nuevos pueblos, me dijo que me comportara como yo quisiera, puesto que los dioses nos dieron espíritus de animales salvajes y Loki nos maldijo con la intolerancia al fuego y el sol (es lo que él había inventado para sus soldados).

Ragnar tiene la vista perdida en el lago con mirada de recordar algo muy hermoso, maldito monstruo estoy harta de estar junto a él y ahora para colmo, debido a sus condenados silencios le queda poca batería a mi ordenador, por suerte traigo una de repuesto en mi bolso, tendremos que volver a la maloliente cabaña.Una hora en encontrar la maldita cabaña porque n me quiso acompañar!! Odio estar lejos de la ciudad, odio este maldito bosque!! No se para que decide no acompañarme si llega a la maldita cabaña antes que yo. Ya estamos dentro, ambos sentados como cuando empezamos este tortuoso relato.

Recorrimos largos años juntos sembrando el terror en toda Europa hasta que Cedric consiguió lo que quería, entonces me asenté en un pequeño pueblo de Bretaña donde conocí a Aénima una vampiresa del clan Lasombra que representaba cerca de veinte años de edad, junto a ella y un malkavian llamado Blotz vivimos grandes aventuras, al poco tiempo se nos unió Greel y pareciera que justo a tiempo, porque a partir de ese momento fue cuando todo se transformó en un verdadero cuento de fantasía, el viaje a la Antigua Babilonia, la llegada a la mismísima Atlántida y casi contemplar lo que habría sido el fin del mundo… luego de todas esas aventuras, cuando aquel mago nos envió de vuelta a nuestro sitio correcto en el tiempo yo volví a mi vida habitual en el bosque, manteniendo un contacto constante con Greel y Aénima. Por el año mil treinta y nueve, emprendí un viaje sin rumbo fijo hacia el norte, llegué a mi Escandinavia natal la recorrí por completo asta llegar a lo que había sido mi pueblo… fue triste descubrir que ya no existía, no quedaba nada, ni una sola huella salvo la colina… esa colina… en fin, seguí mi viaje hacia el norte asta llegar a tierras tan frías que ningún ser humano podría soportarlas, el único color que reinaba en ese lugar era el blanco de la nieve. Varios meses recorrí aquel páramo asta que vi a una de las criaturas mas hermosas de este mundo… vi lo que ustedes llaman vulgarmente, a un enorme oso polar…era una osa, pues tenia dos cachorros a los cuales criaba, viví junto a ella por un año asta que aprendí a transformarme en uno de su especie. Mas o menos por el mil cuarenta y dos para ti, mi sire volvió a aparecer, esta vez con un nuevo chiquillo Folkengor, un campesino descendiente de sajones, nada del otro mundo, el sujeto me tenia sin cuidado, me daba lo mismo lo que hacia siempre y cuando no entrara a mis tierras. Pasaron los años y el pueblo empezó a decaer por las invasiones de otros pueblos, hasta que por fin quedó completamente abandonado y destruido tras la última invasión (la cual observé desde un árbol transformado en un cuervo) el chiquillo de mi sire se fue también de mi bosque, entonces habité tranquilamente muchos años asta que ese estúpido volvió con aire desafiante.