La Bella y La Bestia (3ª continuación)

La Bella y La Bestia
(partes 10, 11 y 12)






Yo me paseaba tranquilo por mi bosque en la forma de oso polar cuando sentí el olor de otro vástago, era el olor de Folkergor, estaba seguro que era el, lo hice seguir mis pasos asta las ruinas del castillo que estaba en la pequeña isla en el lago, una vez ahí, retomé mi forma humana y lo esperé.
Minutos después apareció, se llevó un gran sobresalto e inmediatamente le dije que se largara de mis tierras, en vez de largarse me miró y me preguntó: - ¿Donde está? – Yo no sabia de que demonios me estaba hablando así que le volví a repetir – lárgate de mis tierras – sin embargo el insistió y me dijo - no me iré hasta que me digas donde está – eso hizo estallar mi furia, de inmediato dejé a la bestia expresarse a través de de mis garras ojos y colmillos y comenzamos una batalla de leones.
Era bastante ágil mi contrincante, no esperaba que pudiera esquivar tantos ataques míos, la pelea habrá durado unos diez minutos en total, lentamente lo hacia subir asta la sima de la torre del castillo desde donde yo tenia pensado arrojarlo al vacío pero una vez arriba el no quiso luchar mas y me preguntó por el oso blanco. Lo miré con cierto desden, quería seguir luchando, pero preferí mostrarme en aquella forma, una vez así el me preguntó – ¿donde puedo conseguir un oso de ese tamaño y color? – Yo solo le respondí – hacia el norte.

Ragnar termina por romper toda la ventana de la cabaña de un solo golpe con sus garras y se apoya en el espacio vacío que dejó como si fuera esa la manera de abrirla.

El tiempo pasó ocho o nueve años aproximadamente, emprendí un nuevo viaje a Francia y me quedé a vivir en los bosques de una pequeña aldea, al cabo de un mes cuando surgía de la tierra dentro de una caverna al interior de dicho bosque, me encuentro con que tenia visitas… nada mas ni nada menos que el antiguo llamado Víctor Valerius.

Estaba muy cambiado, en la oscuridad de la caverna se distinguía una rara luminiscencia en su piel y poseía una fe terrible. Me dijo que Lucian De La Croix era el vampiro regente de la aldea y que evitara atacar humanos porque esas eran las reglas, acepté con la condición de que nunca entraran a mi bosque y que si algún vástago lo hacia era bajo su propia responsabilidad. El tiempo circuló como es normal y por el año mil ciento cuarenta y seis Valerius me hizo una nueva visita, conversamos varias horas sobre la aldea y los tiempos pasados, me contó que su chiquilla Aénima seguía viendo junto a él y entonces el me preguntó sobre mi cuerno que llevaba justo en ese momento, pues era día del solsticio de verano y yo había bebido sangre de lobo hacia unas pocas horas antes en él. Se lo mostré y le conté que era un viejo regalo de Cedric el Decapitador, el me lo pidió prestado, quería verlo mejor en su estudio y a cambio me contaría el secreto de su extraña luminiscencia.
Lo pensé largas horas hasta que acepté, ese brillo y esa fe eran realmente inquietantes, fue entonces que me habló de los Caballeros de las Cenizas Amargas, algo relacionado con un santo grial del cual bebieron y de ahí que pueden caminar bajo los rayos del sol y volver a alimentarse como seres humanos, entonces, luego de varias horas él se fue y con el se llevó mi cuerno.
Se siente como Ragnar clava sus garras en el borde donde estaba la ventana, un recuerdo que creo que lo irrita un poco. Continuó hablando con un notable tono de ira en la voz
Al día siguiente el fue muy listo… me envió de vuelta el cuerno con un humano… cuando lo recibí, observé que cerca del borde de este habían unas runas escandinavas talladas con una frase sin sentido… mi ira fue tal que entré en frenesí y despedacé al humano… y de ahí que mi voz es mas ronca de lo normal, con una potencia tal que puedo paralizar a un humano de un rugido. – La Bestia rugió tan fuerte que la cabaña vibró peligrosamente. – de ahí que no le perdoné la vida a nadie que entrara a mi bosque de noche ya sea humano, goul o vampiro.
En el invierno del mil ciento cincuenta Víctor tuvo la osadía de pedir ayuda, mi querido amigo Cedric junto a un tal Vintersorg se acercaban a la aldea con la intención de destruirla y hacerse con la sangre de él, envió un goul suyo con esta petición… asesiné al estúpido sirviente y clavé una nota en su tórax diciendo que no contara para nada conmigo. Al día siguiente me envió una cuadrilla de humanos para negociar, les di una dura paliza pero Víctor me detuvo y volvió a solicitar mi ayuda, esta vez acepté, pues vino con Aénima y en honor a mi vieja amistad con ella no pude negarme. Cuando Cedric y Vintersorg llegaron, yo me limité a golpear uno que otro soldado del otro vampiro, pues no conocía a este sujeto e intercambiaba algunas palabras con Cedric… fue gracioso, mientras el decapitaba le daba ordenes a sus soldados de no atacarme, mientras me contaba de las dudas que tenia referente a su socio, luego de unas horas me retiré nuevamente al bosque dejando a los demás a su propia suerte.

Luego de un tiempo oí que Vintersorg y Cedric habían roto la alianza, mi amigo volvió a sus tierras como siempre, del otro no supe nada, pues no me interesaba tampoco, también Valerius había cambiado su paradero, había viajado junto a un grupo de escoltas hacia la ciudad de Duiblinn. Supe también que los humanos que ataqué aquella noche en a que Valerius y Aénima me visitaron en el bosque habían sido abrazados, en ese momento no le di importancia, pero debí matarlos cuando aun podían caminar bajo el sol.
Unos pocos años después estos malditos insectos se atrevieron a entrar en mi morada, encontraron el cuerno ceremonial de Odín que Cedric me había regalado y se lo llevaron. No tienes idea de cuanto significa ese cuerno para nosotros los vikingos, ese cuerno en especial tiene un hermano exactamente igual, ambos instrumentos fueron extraídos del mismo animal y bendecidos por el propio Odín. Uno lo poseía yo y el otro se supone que estaba sumergido en el fondo del mar, era de Bjorn… se decía que si dos amigos beben de aquellos cuernos juntos, no importaba donde estuviesen, uno siempre cuando estaba en peligro el otro y acudía a su encuentro.
Los vi salir de mi refugio y les di una buena paliza pero apareció un maldito tremere llamado Christof, ese mugroso insecto lamedor de testículos de antiguos tenía la habilidad de controlar el clima, debido a eso tuve que huir de la batalla, pues en cualquier momento podía dejar caer un rayo desde el cielo sobre mi y hacerme cenizas en un abrir y cerrar de ojos. El sol estaba por salir aquella vez así que tuve que dejar la persecución para el día siguiente.
En cuanto el sol desapareció del cielo yo surgí de la tierra e invoqué a todos mis hermanos lobos tardaron pocos minutos en reunirse junto a mi y en cuanto vi que ya eran un buen número, me convertí en uno de ellos y comencé la cacería. Los lobos encontraron el rastro de los bastardos muy rápido, lo seguimos por unos pocos minutos asta que divisamos una carroza, entonces… comenzó la persecución.
La asquerosa ladrona que tenía mi cuerno comenzó a disparar flechas a mis hermanos, en ese mismo instante invoqué a los cuervos para que le arrancaran los ojos, entonces divisé a dos personas que se pusieron de pie sobre el techo de la carroza yo me acerqué aun mas veloz y salté hasta donde estaban ellos transformándome en humano en el camino… fue una dura pelea, al que portaba la espada lo alejé fácilmente y entonces recién reparé en que el otro sujeto era un gangrel al igual que yo, peleamos unos pocos segundos, se notaba que era un simple chiquillo, le iba a dar el golpe final cuando el otro sujeto me dio un fuerte golpe que me botó de la carroza, mis hermanos ya habían abandonado la persecución exhaustos, mi ira fue enorme, yo sabia que se habían interesado en mi preciado trofeo solo porque ese mentiroso lengua de serpiente de Valerius había grabado aquellas frases sin sentido… de seguro para ellos, si había algún significado tras aquellas incoherencias.
No podía soportar mas mi odio por Valerius, fue entonces cuando decidí emprender un nuevo viaje, fui a ver a mi viejo amigo Cedric a su terrible Reino en las tierras sajonas…
Al pasar los meses, casi un año si no me equivoco, llegué a su gran ciudad, estaba protegida por una empalizada y unos pocos guardias apostados en enormes atalayas. La puerta se encontraba cerrada por lo que tuve que saltar el muro, me urgía mucho hablar con Cedric al caer del otro lado los soldados no me reconocieron y me cerraron el paso, les corté el cuello con mis garras y seguí avanzando asta que derribé la entrada de la Gran Casa y entré… se encontraba sentado en un gran trono tallado en madera, a su derecha habían tres mujeres que me llamaron la atención, era evidente que eran esclavas y eso me extrañó, pues mi camarada nunca ha tomado prisioneros me despabilé rápido de eso y le conté lo ocurrido, le propuse guiarlo asta Valerius si me ayudaba a recuperar el cuerno, el aceptó de inmediato y volvimos a hacer nuestro juramento de alianza de Jaras.La Bestia guardó silencio y aproveché de hacerle una pregunta que me estaba carcomiendo las entrañas: - Emh… usted me dijo que fue abrasado a los cincuenta y nueve años de edad… sin embargo… representa muchísimo menos… - esperaba un rugido o algo, pero solo se limitó a responder: - eso es un secreto que jamás revelaré a nadie que no sea digno de mi confianza, es verdad, ocurrió algo que me volvió mas joven físicamente, pero no te diré que fue - solo eso me dijo y guardó silencio nuevamente, todo esto me está impacientando y para colmo el humano que tiene amarrado en la bodega no deja de emitir ruidos molestos que hacen que me ponga aun mas nerviosa… oh! William, como quisieras que estuvieras junto a mi, se que después de que te enfrentaras con Alastor durante la segunda guerra mundial esto para ti seria pan comido… como te amo mi valiente príncipe…

Aún te recuerdo mi dulce William en el año mil novecientos cuarenta y dos en aquella ciudad de Polonia, tu y yo éramos soldados franceses: yo era una enfermera (humana aun) y tu, un francotirador ruso que sufría una extraña enfermedad a la piel que te impedía estar a la luz del sol, que gracioso! en ese tiempo me pareció algo tan extraño, pero cuando te vi me cautivaste por completo. Del bando de los alemanes había un monstruo francotirador también llamado Alastor Diermissen, varios meses pasamos viendo como cada soldado nuestro caía ante el ojo de águila de aquel monstruo. En esos mismos días tú, mi dulce William, me abrasaste y me trajiste a esta increíble vida llena de emociones y experiencias nuevas y maravillosas.
Juntos salimos cada noche en busca de ese maldito nazi, me obsequiaste un rifle alemán que obtuviste con el primer soldado que derribaste y nos volvimos mas peligrosos que nunca para esos genocidas. En la noche doceava el bastardo me voló un brazo de un tiro, yo comencé a gritar pero tú me tranquilízate y me dijiste que crecería nuevamente en el paso de unas semanas… sin embargo tu y yo nos asustamos… ese tiro que me cortó el brazo era un tiro imposible… ¿como el francotirador enemigo iba a saber justo donde yo estaba detrás de esa pared de madera por la cual pasábamos para subir al campanario y disparar desde ahí?, entonces nos dimos cuenta que nos enfrentábamos a otro vástago.
Dura lucha tuvimos tu y yo desde ese momento amor mío, pareciera que el siempre estaba un paso por delante de nosotros, siempre sabia donde estábamos, siempre sabia donde disparar… asta que tu y yo cambiamos nuestra estrategia en el tercer día de batalla tu te fuiste al campanario de la iglesia y yo fui hacia aquel edificio alto que había sido un hotel de lujo antes del bombardeo, el te siguió el rastro a ti, te dio un tiro justo en el brazo en el que apoyabas tu rifle y por suerte pude ver donde estaba gracias ese don exquisito que nos ayuda a apreciar las obras de arte con mayor fuerza, apunté a aquel resplandor extraño en el viejo edificio de correos… y disparé.
Luego de unas horas, cuando fuimos tú y yo a ver si seguía con vida, solo encontramos polvo por todas partes, habíamos acabado con el, todo gracias a ti, por ser mi caballero andante, valiente como solo tú lo eres… Ragnar vuelve en si, creo que seguirá hablando.

Cedric no tardó en reunir a sus hombres, envió mensajeros a las villas vecinas para que enviaran a sus guerreros, en el lapso de 6 días habíamos reunido ya un ejército de once mil soldados sajones, en aquel momento Cedric había abrasado a su tercera chiquilla, su nombre era Skadi como la diosa escandinava del invierno, de gran belleza y valentía inigualable, como humana ya era terrible con la espada, al cabo de unos años, como vástago se volvió aun mejor, pero cada día se cerraba mas y mas a hablar con otros, con el único que hablaba era con Cedric, y muy poco, pasaba la mayor parte del tiempo entrenando.
El mismo día en que Skadi fue abrazada, mi amigo envió a uno de sus jarls (que también era un chiquillo suyo) a investigar sobre el rumor de cuatro caballeros más que tenían el mismo don de Valerius, ese chiquillo era un berserker llamado Raewald, a otro lugar envió por adelantado a su primer chiquillo, se llamaba Cynric, este fue abrasado el mismo día que abrasó a Raewald, sin embargo lo tenia en mejores tratos ya que era descendiente de su familia. Cynric fue enviado por adelantado junto a una tropa a investigar el paradero exacto de Víctor. Raewald llegó 2 años después sin ningún soldado de los seis con los que partió, nos contó que aquellos rumores eran ciertos, que su poder era terrible y que además había otros dos vampiros de no tanto poder, uno llamó la atención de Cedric mas que el otro, uno, era aquel despreciable gangrel engreído que me enfrenté sobre la carroza, se llamaba York aquel perro sarnoso… y la otra persona era nada menos que Amelia, la ladrona de mi preciado cuerno de Odín, esa perra sucia rastrera tenia relación con los Caballeros de las Cenizas… lo cual me motivó recordó que no debo nunca subestimar a mi enemigo, por lo tanto decidí hacer algo que jamás creí que llegaría a hacer…

Ragnar vuelve a guardar silencio, se apoya de espaldas contra la pared, aquella posición me recordó a la fotografía que salía en el diario de Alastor Diermissen, con la diferencia que éste llevaba un traje alemán de la SS usaba pelo corto y no era tan alto como La Bestia, además sus ojos eran azules y tengo entendido que Ragnar tiene los ojos completamente negros desde hace mil años, mi dulce William, ¡que alivio sentimos tu y yo cuando nos enteramos por telégrafo que los alemanes lamentaban el fallecimiento de ese carnicero francotirador! Oh! Cuantos recuerdos… deseo con tanta desesperación estar junto a ti nuevamente… como en los viejos tiempos…

6 personas ya han dejado sus pensamientos aqui:

"asquerosa ladrona"
jajajajja putas que fue emblmatica esa secion!xD!!! jajajjajaja como nos metimos en tantas cagas sin darnos cuenta!!!xD

jaja en fin me encanta esta historia, se me cuida señor!=*

Amelia

15/11/07, 16:44  

*aplauso*

Está muy bakán la historia caballero!!

muy bien escrita, se hace muy interesante la lectura y no se hace larga

mis felicitaciones!

tiene continuación??

16/11/07, 13:24  

pero por su puesto querida mia

a todo esto, te invito para mañana jugar en un grupo de pura gente emergente en rol, creo que me acompañará alvaro y la giorgi, te llamo cualquier cosa porque aun no tenemos lado :(

besos

16/11/07, 15:21  

Pasaron cosas que no imagine.. excelente la historia ^^
seguire leyendo *.*


te quieroo =*

17/11/07, 5:16  

ahh.. ya veo, eso era "a tiempo" jejeje


bueno, llegamos y estuvo buena la cosa.. en todo caso fue re cuático jugar con dos personajes a la vez... la ardilla tuvo que correr más de lo que está acostumbrada ;P


estoy esperando ansiosa el abrazo.. jeje, apuesto que se viene weno weno ;P

se cuida!!

y sigo leyendo

18/11/07, 8:02  

Oye, ya po, yo sigo jugando?

Sería divertido que Mortwen fuera la mala, no es necesario que la Dominen pa eso, jajaja.

Es muy divertido ser NPJ!

Se cuida,

22/11/07, 14:28  

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